Me pregunto si tenemos esperanza. Si nuestra esperanza se basa en predicciones, datos o anuncios políticos. De un lado a otro de la grieta, resuenan los cantos de sirena. Cánticos y proclamas de un futuro mejor. Detrás de las luces y tras el telón del escenario, los actores; después de la última escena vuelven a la vida real. Me pregunto si nosotros también somos actores. Si actuamos en cada ocasión como protagonistas o preferimos hacer de público. De espectadores, en vez de actores que pretenden adueñarse de la escena. Pienso en la Argentina como un gran teatro con luces y cámaras. De ese plano general, la cámara hace un travelling y panea sobre la Calle Corrientes. Se detiene y el focose posa en un plano abierto en la avenida más famosa de la Argentina; plano detalle a la Avenida Corrientes al 1.979. Se sumerge en la marquesina del Teatro La Casona. La cámara sigue en un plano secuencia por la escalera contigua a la entrada. Sube hasta la puerta de este edificio antiguo y célebre hasta llegar a este estudio, el de la renovada AM 540. Y aparecen los protagonistas; Aldo Funes, el empresario dispuesto a encarar un proyecto poniendo de sí mismo junto a un gran equipo: Sebastián Basalo y junto a otros colegas por nombrar algunos: Milva Castellini, Claudio Rigoli, Daniel Gómez Rinaldi, Nacho Goano, Pablo Layus, Fernando Maldonado y tantos otros que ponen el cuerpo a este nuevo proyecto bien plural. Es inevitable el flash back con la imagen en blanco y negro de hace 101 años, cuando casualmente en 1920, Enrique Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica -conocidos como Los locos de la azotea- realizaron, desde el techo del Teatro Coliseo, a pocas cuadras de acá, la primera transmisión de radio en nuestro país. Un inevitable recuerdo que nos hace coincidir en la relación entre el teatro y la radio. Una mundo fantástico, real de arte y política. Aquella vez era el Coliseo, aquí está el Teatro La Casona. En ese momento, gobernaba Hipólito Yrigoyen y el país estaba empezando a transitar la plena democracia. La ley Saenz Peña sancionada en 1916 sobre el Sufragio Universal y Obligatorio luego incorporaría a la mujer fueron claros indicadores de nuestra conformación republicana con mayor carácter democrático. Aún en medio de innumerables conflictos, esa Argentina fue una promesa cuyos principios aún permanecen intactos, vigentes y con saldos pendientes. Pasaron 101 años de aquel nacimiento de la radio. Hoy en este primero de noviembre del 2021, en la llamada Nueva Normalidad, hay también que estar un poco loco para encarar este enorme desafío en medio de estaArgentina que requiere actores comprometidos para que la escena pueda continuar. Tal vez así, se renueve la esperanza.