Por Hugo Macchiavelli
Comentario inicial #AUltimaHora por AM540
Nuestro problema es la coherencia me dijo un intelectual amigo, el otro día durante una larga charla de medianoche. Lo primero que se me vino a la mente es lo que pasa con la salud pública y la privada. Con los privilegios de nuestros gobernantes que no se ponen colorados y ni siguiera se juntan con el resto de los mortales. El Sanatorio Otamendi se ha transformado en una unidad básica del kirchnerismo que no va a un hospital pública y tampoco obtiene privilegios como la prisión domiciliara de José López y Boudou, el primer vicepresidente condenado por corrupción entre nosotros que le pagamos unos 400 pesos por mes. El diccionario define la coherencia al menos de dos maneras:
Relación lógica entre dos cosas o entre las partes o elementos de algo de modo que no se produce contradicción ni oposición entre ellas.»la coherencia interna de un discurso»
Cualidad de la persona coherente o que actúa en consecuencia con sus ideas o con lo que expresa.
Me quiero quedar con esta última, la repito:…
¿Ves eso en la mayoría de los dirigentes entre nosotros?
Seguramente no. Seguramente se lo ve poco en la oposición y no hay casos de coherencia en el Frente de Todos.
El miércoles el ex ministro Daniel Arroyo repitió dos veces que “Alberto es un buen tipo”. Cuando le repregunté sobre sus contradicciones hizo silencia y repitió: “Alberto es un buen tipo”.
Ayer Martín Tetaz dijo acá que lo de las jubilaciones de privilegio muestras la verdadera Argentina para ellos: Vacunatorio VIP, Fiesta de Olivos, Compra con sobreprecios y privilegios de la “casta política”.
La incoherencia es la cultura predominante entre nosotros. Se lo vio a Alberto Fernández a los abrazos y mantones desmedidos en la Cumbre del G7 de Roma. Esos gestos son incoherentes, pero mucho más es el haber llevado a casi cien invitados en ese recorrido. Sin vergüenza, el viaje de turismo que le pagamos nosotros.
La incoherencia es la práctica más feroz de quienes nos gobiernan. El dicho dice que “se puede engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo Pero no puedes engañar todo el mundo todo el tiempo.” La mentira tiene patas cortas y puede sostenerse con más mentiras hasta que se cae en la trampa de la verdad. Y eso parece notarse en las primarias y tal vez se reafirme dentro de nueve días. Veremos.