Por Hugo Macchiavelli
A punto de comenzar el tratamiento diario para superar las secuelas del Coronavirus, el eterno compañero y representante de El Diez, remarcó que la serie Sueño Bendito no dice la verdad: “lo que pasó en Punta del Este fue peor de lo que se cuenta”, afirma Guillermo Coppola en esta entrevista en la que revela si hubo consumo de drogas durante la fiesta en la que casi muere Maradona.
¿Qué sentís en este aniversario del nacimiento de Maradona?
Yo me pongo de pie. Me pongo otra vez de pie. Hoy cumpliría 61, una vida agradecido a él, con buenas y malas; con altos y bajos, momentos difíciles y durísimos. Nos tocó separarnos, pero el sentimiento quedó intacto; por las características del Diego: era reaccionario, el rebelde. Yo siento lo mismo que aprendí a sentir cuando dejamos de lado lo profesional para que crezca el lado sentimental. Hubo dos etapas en nuestras vidas importantes, del 85 al 90, con la vida profesional, que no tiene parangón. Y después del 95 al 2003, donde creció mucho más la amistad y la necesidad de estar uno junto al otro.
¿Qué opinás de las causas judiciales posteriores a la muerte de Maradona?
No me gusta opinar de lejos, no tengo la autoridad ni el conocimiento para opinar. Yo percibo y quisiera que todo se arregle lo antes posible para que de alguna manera el descanso que tenga sea en paz, él, sus herederos y su familia, y sus amigos.
¿Qué pensás de la serie y de la interpretación de tu personaje?
La serie es ficción. Ponen que llamo a la ambulancia ¿quién lo contó?
¿La escena de Punta del Este de enero del 2000 ocurrió como en la serie?
Fue peor. Si yo lo hubiese contado habría sido mucho más dramática, mucho más autentica de lo que la contaron. Mostraron un sillón, luego que viene el médico…
¿Y qué pasó de verdad?
Hubo llamado a otros médicos; hubo una situación de Diego distinta a la que se vio, mucho más dramática, mucho más terrible. Yo estaba desesperado… la ambulancia no la llamé porque el que conoce Uruguay, sabe que desde el Country hay cuarenta y pico de minutos de ida, más cuarenta y pico de minutos de vuelta: hubieran sido noventa minutos, una hora y media. Y yo tardé -producto de subirlo a una camioneta- con café de por medio (que no tomó café pero o importa) treinta y pico de minutos.
¿Eso lo confirmó Maradona?
Claro. En resumen, el protagonista de la historia en su primera nota publica, con Fernando Pacini y Matias Liberman, dijo que “el accionar de Guillermo me salvó la vida”.
¿Y quién le salvó la vida?
Guillermo no le salvó la vida, la vida se la salvaron los médicos que lo atendieron. Ellos le salvaron la vida. Yo lo que hice fue reaccionar ante la necesidad de la urgencia.
¿Cargaste nafta durante el recorrido cómo dice la serie?
Sí, cargué nafta ¿Saben por qué? Porque no tenía nafta ¿Qué hacía, seguía sin nafta o la empujaba a la camioneta?
En la serie le quisieron dar un dramatismo y hacen hincapié que pedí un café. Si yo la hubiese hecho, Hugo, se te caian las medias.
¿La fiesta previa fue como se muestra en la serie?
Yo siempre que he podido he tratado de proteger la intimidad del amigo. Bien, mal, con criticas o no, eran los médicos los que tenían que dar la información de cómo estaba. Yo a los médicos les dije absolutamente todo como era la situación…
¿Cómo fue esa fiesta?
La fiesta, fue una fiesta en la que estuvo Claudia, las nenas pequeñas, mis hijas… ósea fue una fiesta de familia. No sé de donde sacaron que fuela gran fiesta. Fue una fiesta larga.
¿Hubo drogas?
Había familias enteras, el tema de la droga es un tema individual de las personas de manera individual… No sé si había mucha droga, Hugo. Yo no lo vi. Yo a los médicos les dije lo que les tenía que decir.
¿Qué opinas el caso Mavys Álvarez, la chica que era menor cuando salió con Maradona en la época en la que estaban en Cuba?
Siento que es el momento de la chica, sea cual fuere, veinte años después. La necesidad y la posibilidad de decir lo que vivió. La justicia determinará, sé que hay una causa en curso; respeto a la justicia.
¿Estas arrepentido por ese momento?
Para mí fue una sorpresa muy grande. Ya llegara mi momento de hablar.