Carlos Sánchez Berzain, abogado y politólogo, nos da su visión continental y geopolítica, desde su actividad como director del Instituto Interamericano por la Democracia, de lo que sucede en países de américa latina con el castro-chavismo y el denominado socialismo del Siglo XXI.
– ¿Usted convocó a varios ex presidentes de la región, entre ellos a Mauricio Macri, desde el instituto que dirige?
– Soy el Director Ejecutivo del Interamerican Institute for Democracy, que es un think tank, es un tanque de pensamiento, establecido en los Estados Unidos e integrado por intelectuales, académicos, políticos, empresarios, trabajadores, hombres y mujeres de todas las américas, que tiene como objetivo la promoción y la defensa de la libertad, la democracia, los derechos humanos y la institucionalidad. Esta es una institución sin fines de lucro, pluralista, no proselitista, integrada completamente por voluntarios, nadie recibe ninguna remuneración, y que trabaja desde hace poco más de quince años en este escenario. Fue organizada y fue fundada en Miami, Estados Unidos, porque al principio de este siglo, donde solamente se conocía el exilio cubano, empezaron a llegar exiliados ecuatorianos, venezolanos, bolivianos, nicaragüenses, en su momento argentinos con corriendo del kirchnerismo, brasileros corriendo del Partido de los Trabajadores, y nos preguntamos “¿Y aquí que pasa?”. Entonces la respuesta académica, la respuesta política, la respuesta ciudadanía, fue organizar un think tank, donde están integrados todos los americanos, desde Canadá hasta Tierra del Fuego, tenemos gente muy importante en nuestro consejo consultivo, en el directorio, y como miembros, para pensar y para defender estos principios y valores, y la entidad es pluralista porque aquí no importa la ideología, lo que importa es defender y promover la democracia, los derechos humanos, la libertad. Y en ese ámbito hemos tenido el pasado cinco de mayo, un foro celebrado en Coral Gables, que se ha denominado el “Foro por la Defensa de la Democracia en las Américas”. El orador principal fue el presidente del Ecuador, Lenin Moreno, estuvieron formando parte del panel principal el ex presidente argentino, Mauricio Macri, el ex presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solis, el ex presidente de Colombia, Andrés Pastrana, y el ex presidente de Ecuador, Osvaldo Hurtado, estuvo el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y hubo cuatro paneles extraordinarios de expertos, con gente como Hector Schamis, como Douglas Farah, como expositores de la talla de Maibort Petit, estuvieron los autores de “Patria y vida”, estuvo Yotuel, estuvo el compositor de esa famosa pieza y clip que ha aterrorizado a la dictadura cubana, o sea, la juventud cubana del grupo San Isidro estuvo presente para hablar de la dictadura en Cuba. Estuvo presente gente de toda la región, hubo oradores como por ejemplo Luis Gonzalez Posada, el ex canciller del Perú, Ricardo Israel, ex candidato presidencial de Chile. Y lo que salió de ese foro fue básicamente, el hecho de recordar a las américas, en lo que se llama la propuesta de Coral Gables, que la democracia en las américas, por la carta democrática interamericana, que es un tratado fundacional, es un derecho de los pueblos. La democracia está equiparada a un derecho humano, y segundo, que la democracia no es algo que hay que discutir, es algo que hay que cumplir, porque el artículo tercero de la carta democrática interamericana establece cuales son los elementos esenciales de la democracia, que son el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales, la vigencia del estado de derecho, la separación e independencia de poderes, las elecciones libres y limpias fundadas en sufragio universal como expresión de la soberanía popular, y la libre organización política. Y que cuando falta cualquiera de esos elementos, el gobierno ya no se puede llamar democracia, porque cuando desaparece un elemento esencial desaparece la cuestión de la que estás hablando, que en este caso es la democracia. Otra decisión, otra propuesta, fue que la organización de estados americanos, en el más corto plazo posible, establezca un mecanismo para que cada año, en base a la carta democrática interamericana y a estos elementos esenciales, la OEA emita un informe sobre el estado de la democracia en cada país, porque es necesario tener una alerta temprana para que de pronto no desaparezca la democracia y aparezcan dictaduras como ha sucedido. Porque el siglo XXI está marcado por la aparición de más dictaduras de corte castro-chavistas empujadas por Cuba y Venezuela. En el año 1999 en las américas solo había una dictadura, la de Cuba, hoy en día hay cuatro, Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, pero hubo cinco, porque ahí está la dictadura de Correa en Ecuador, que ha tenido una transición gracias a Lenín Moreno. Pero hay dos países bajo amenaza.
– Recordemos que está exiliado, o en todo caso está prófugo Correa, con acusaciones, procesamientos, por casos de corrupción, hay que decirlo, como pasó con Lula y con Kirchner.
– Correa está condenado con sentencia ejecutoriada a ocho años de cárceles por corrupción, y tiene una decena de decena de procesos más en curso, y está prófugo, buscado con el sello azul de la Interpol, y se mueve entre los países del castro-chavismo, va a Venezuela, se protege en Bélgica, va eventualmente a la Argentina y va a México. Es ahí a donde iba, hay cuatro dictaduras, pero hay dos para-dictaduras, dos gobiernos para-dictatoriales, que son el gobierno de la Argentina con Fernández-Kirchner, y el gobierno de México con López Obrador. Argentina y México son democracias, pero sus gobiernos están cumpliendo la función de respaldas a las dictaduras con toda su política exterior, y sólo hay que ver lo que hace la Argentina. La Argentina respecto al tema del Grupo de Lima, lo ha desarmado; la Argentina ha reconocido con Fernández-Kirchner la dictadura de Venezuela, sus invitados han sido el dictador de Cuba y Maduro, que, aunque no ha ido, ha estado ahí presente, y ha invitado al dictador prófugo del Ecuador. Ha sostenido a Evo Morales durante un año para romper la democracia en Bolivia y restaurar la dictadura en Bolivia. O sea, el gobierno de la Argentina es claramente para-dictatorial, castro-chavista, y tiende a destrozar la democracia argentina, porque ya se han prendido las señas de alarma en toda la región por las cosas que están haciendo. Están tratando de copar el poder judicial para darse impunidad y para destrozar el sistema del estado de derecho, como ya lo han hecho en Cuba, en Venezuela, en Bolivia, en Nicaragua y en su momento en el Ecuador.